Hace ya varios años que, los platos de ducha, son una tendencia en alza. Cada vez son más las personas que optan por jubilar su bañera, y recibir, con los brazos abiertos, estas soluciones tan prácticas, elegantes y funcionales como son los platos de ducha.
Si has llegado este post, seguramente ya conozcas de sobra las virtudes de los platos de ducha. Has tomado la decisión de apostar por la seguridad, el ahorro en espacio y en agua, así como por el diseño y carácter decorativo que traen consigo los platos de ducha.
Ahora bien ¿qué tipos de plato de ducha existen en el mercado y cuáles son los más comunes? Lo cierto es que, a poco que investigues, descubrirás que el mundo de los platos de ducha encierra una amplia variedad de modelos y materiales, cada uno de los cuales con ventajas propias.
Para elegir el plato de ducha adecuado no solo basta con su apariencia estética, ha de ajustarse a las medidas de tu baño y valorar aspectos importantes como las cualidades antideslizante y antibacteriana.
Te contamos cuáles son los tipos de plato de ducha más comunes y cuáles son sus características, ventajas y desventajas para que escojas el más adecuado para tus necesidades.
Plato de ducha acrílico
Los platos de ducha de base acrílica se componen, como su nombre indica, de una capa externa acrílica y otra interna que puede ser bien de fibra de vidrio o bien de poliuretano. Dependiendo de cuál sea este último refuerzo, podemos hablar de un plato de ducha más consistente, en el caso del poliuretano, o más barato y de menor calidad, en el caso del refuerzo de fibra de vidrio.
Dentro de este tipo de platos podemos encontrar una amplia variedad tanto de colores como de texturas. Estamos ante uno de los tipos más resistentes, soportando rozaduras y golpes. Otro de sus grandes atractivos es su facilidad de limpieza, minimizando al máximo la proliferación de bacterias y hongos. Aunque habremos de tener cuidado con los productos que empleemos, dado que, en el caso de emplear detergentes o abrasivos, podríamos dañar la base acrílica e, incluso, perder su color.
Como desventajas, podemos citar sus medidas estándar, por lo que la fabricación a medida queda descartada, así como la posibilidad de abolladuras en la superficie del plato si se encuentra sometido a un peso excesivo.
Plato de ducha de cerámica
Los platos de ducha de cerámica o porcelana son los más conocidos y empleados a lo largo de los años. ¿La razón? Su precio económico. Su composición está basada en una pasta elaborada a base de caolín, feldespato y cuarzo con un tratamiento de vitrificado.
En caso de sufrir rayaduras, muestra una buena resistencia, la cual, sin embargo, es muy baja en caso de sufrir golpes. La higiene, por su parte, es un punto positivo ya que la composición del mismo plato mantiene a raya las bacterias y los hongos. Estos platos tienden a ser muy duraderos, siendo otra de las razones por los han sido una opción muy popular entre los consumidores, aunque en la actualidad están perdiendo terreno respecto a los platos de resina.
Entre las desventajas podemos citar su cualidad resbaladiza y su tacto frío.
Plato de ducha de resina o carga mineral
Como hemos mencionado, los platos de ducha de resina o carga mineral van ganando cada vez más adeptos, desplazando a la, hasta ahora, omnipresente cerámica. Presentan grandes ventajas y atractivos que justifican su popularidad, como, por ejemplo, su amplia variedad de colores, tamaños texturas, tal y como podéis comprobar en la web de Asealia.
Estos platos de ducha están fabricados con resinas o carga minerales tintadas en masa, presentando un acabado a base de gel coat, un material protector de poliéster que favorece su durabilidad y resistencia. Este mismo material actúa como barrera antibacteriana, combatiendo la formación de hongos y la proliferación de bacterias.
Junto a todas estas ventajas, se encuentra su fabricación en varias medidas, además de la estándar, lo que les permite ajustarse a cualquier tipo de baño.
Todas estas cualidades explican que su precio sea más elevado que los tipos anteriores. Sin embargo, sus grandes y contrastados beneficios hacen, de los platos de ducha de resina o carga mineral, la opción más escogida entre los usuarios.
Plato de ducha de piedra natural de pizarra
Junto a los platos de ducha de resina, los de piedra natural de pizarra constituyen, también, una de las opciones más escogidas a la hora de rediseñar los baños. Sus atractivas cualidades, resistencia, durabilidad y variedad de diseños, explican las positivas valoraciones de los usuarios. Además, se fabrican a medida, adecuándose a cualesquiera que sean las dimensiones del baño.
A todos estos puntos a favor, habríamos de sumarle su impermeabilidad, por lo que no necesitarán ningún tipo de aislamiento contra el agua. Esta cualidad favorece enormemente la dilatada vida útil de este plato de ducha, puesto que impide las filtraciones de agua que desgatarían el material.
Como no podía ser de otro modo, los precios de los platos de ducha de piedra natural son elevados. Por otro lado, habremos de poner especial atención en su limpieza, utilizando siempre productos especiales o jabones con pH neutro.
Plato de ducha de piedra natural de mármol
Si bien los platos de ducha de piedra natural más comunes son los de pizarra, la elección de mármol sobrevuela, cada vez con más frecuencia, las decisiones de los usuarios.
Por las características propias de este material, el resultado es un plato de ducha resistente, duradero y especialmente decorativo, pudiendo elegir entre mármol blanco, mármol rosa portugués, gris italiano… Al igual que los de pizarra, estos platos de ducha se fabrican a medida y, además, son antideslizantes.
Sin embargo, al tratarse de un material exclusivo, hablamos de precios altos. Por otro lado, no incluyen tratamiento antibacteriano, aunque se les puede tratar para prevenir la proliferación de bacterias. Su instalación es complicada y ofrece una apariencia y tacto frío.
Plato de ducha de obra o gresite
Los platos de ducha de obra o gresite se componen de pequeños azulejos, con unas dimensiones, por lo general, de 2x2cm, compuestos de varias capas y diferentes procesos de fabricación.
Su gran ventaja respecto a los platos de ducha mencionados, es que son elaborados en base al gusto del cliente, quien podrá elegir su diseño en base a un amplio catálogo de colores, formas y texturas. La resistencia de estos platos de ducha estará determinada por los materiales y acabados escogidos, por lo que puede variar.
Dada su fabricación a medida, pueden ajustarse a cualquier tipo de baño, siendo especialmente indicados para aquellos de dimensiones reducidas, dado que permiten optimizar el espacio al máximo. No solo se fabrican en forma cuadrada sino, también, rectangular, redonda e, incluso, triangular.
Como desventajas, nos encontramos con precios elevados, dificultad en la limpieza, así como una instalación más complicada con respecto a los otros tipos.
Como habéis podido comprobar, existe una amplia diversidad de tipos de platos de ducha, siendo, los aquí mencionados, los más comunes. Dada la comodidad, la variedad y el plus de seguridad que aporta un plato de ducha respecto a la bañera, lo convierten en la opción ideal para tu baño.