En muchas ocasiones las impresiones no nos quedan bien y lo achacamos a la calidad de la impresora cuando en realidad el problema es que no estamos escogiendo el mejor papel para cada tipo de trabajo. A continuación te contamos algunas claves y consejos interesantes para elegir el papel más adecuado para tus impresiones.
Claves para elegir el papel adecuado para tus impresiones
El papel es mucho más importante de lo que pensamos. Sin el papel de nada servirían las impresoras o los consumibles y es por esto que resulta fundamental el gestionarlo de forma eficiente, entender cuál es el papel más adecuado en cada caso y cómo funciona cada tipo de impresora o de fotocopiadora con cada uno de estos tipos de papel para conseguir los mejores resultados de impresión posible.
En primer lugar, como nos explican los expertos de Dical.es, es importante tener en cuenta que existen diferentes sistemas de referencia del papel. El más básico y que debes conocer por delante de los demás es el DIN 476, también denominado ISO 216 entre los expertos, ya que ésta es la norma que desde 1950 han adoptado la mayoría de países. Se trata de un sistema de formatos de papel que empieza con el A0, que es un metro cuadrado de superficie, con un tamaño de 841×1189 milímetros.
Después encontramos los formatos A1, A2, A3, A4, A5, A6, A7 y A8. Para pasar de unos a otros formatos simplemente tienes que seguir la relación de que el lado corto de un formato pasa a ser el lado largo del formato inferior.
Además de esto también existen muchos tipos de papel diferentes según su gramaje. El papel de uso más común está formado de algodón, de celulosa y de otras fibras. Cuanto más grande sea el porcentaje de celulosa más grande será también la calidad de dicho papel. En cambio, si el porcentaje de algodón es más grande la estructura del papel será mucho más estable y si en cambio lo que abunda en un papel son las fibras en ese caso la calidad del papel siempre será menor.
Teniendo en cuenta estos puntos tenemos el papel normal con entre 75 y 100 gramos por metro cuadrado, el papel blond o de alta calidad con el mismo gramaje que el papel normal pero con más celulosa, el papel fino, que tiene un gramaje de entre 60 y 70 gramos por metro cuadrado y un menor contenido de algodón y de celulosa y el papel grueso, con hasta 140 gramos por metro cuadrado. El papel muy grueso por su parte tiene hasta 165 g, la cartulina hasta 220 y el cartón hasta 300 gramos.
Además de todo esto, según los expertos, a la hora de escoger un buen papel para imprimir es importante valorar su brillo y su liso. Para conseguir unir estas dos cualidades encontramos los acabados glossy con brillo y los mate o satinados. Los mate se pueden usar en todo tipo de equipos láser y también en equipos de tinta y suelen ser los más utilizados por ejemplo en las oficinas.
En cambio los papeles brillo suelen utilizarse sobre todo para la impresión de fotografía de calidad mediante impresoras de inyección, con lo que no deben usarse en equipos de tóner o de láser porque su superficie puede derretirse con facilidad cuando pase por el fusor.
Además los expertos también recomiendan una alternativa mucho más respetuosa con el medio ambiente: el papel reciclado. Este papel para impresiones tiene las mismas características y propiedades que el papel de oficina clásico en lo que a satinado y estructura se refiere, pero es diferente a nivel de blancura y en los orígenes de las materias primas, ya que se trata de materiales recuperados y blanqueados sin utilizar químicos contaminantes.
Recapitulando, sea cual sea el tipo de papel que quieras usar para tus impresiones es importante ser siempre responsables y consecuentes con su uso porque crear una hoja de papel consume mucha más energía que imprimir encima de ella, con lo que es importante, además de elegir el papel adecuado, tener en cuenta algunas recomendaciones como la importancia de utilizar la impresión a doble cara en vez de dos hojas de papel, la relevancia de utilizar papel ecológico o reciclado y la clave de reciclar todo el papel que vayas desechando, siempre sin dejar de lado que si se trata de datos confidenciales sí será fundamental eliminarlos. Elige papel de calidad pero no te olvides de imprimir únicamente lo que necesites y de hacer un uso responsable y adecuado del papel para tus impresiones.