Tanto si te encuentras en el mundo de la construcción y quieres hacer una revisión a tu sector como si quieres construir algún edificio u local o estás buscando un trabajo diferente en este artículo vas a poder conocer los diferentes tipos de contratos en la construcción. Sigue leyendo para conocer cuáles son los distintos tipos de contratos que existen en la construcción.
Contrato a serie de Precios Unitarios.
En primer lugar encontramos el contrato a serie de Precios Unitarios, que también se denomina popularmente contrato por Unidad de Medida. Se trata de un tipo de contrato en el que se analizan los valores unitarios de todas las partidas para entregar estas cantidades, acompañando este contrato siempre con los diferentes Análisis de Precios Unitarios. De esta forma, se cobra únicamente cuando avanzan determinadas partidas, se avanzan o se ejecutan. En estos casos por tanto siempre termina prevaleciendo el precio por unidad de obra por delante de las demás cosas.
Contrato por Administración
En segundo lugar tenemos el clásico contrato por Administración. Como vemos en este artículo de tipos de contratos de trabajo, en este caso la constructora es la encargada de administrar la ejecución de la obra de forma eficiente cobrando por ello un porcentaje concreto por cada una de las transacciones en cada estado de pago que se ejecute. De esta manera se procede hasta que se termina la obra, cuando finalmente se cobra por tanto un valor porcentual de entre el tres y el cinco por ciento del valor de la obra realizada y completada.
Todo esto se establece en forma de un contrato general que no es otra cosa que un eficiente acuerdo entre dos partes (el mandante, una persona natural o jurídica y la constructora, que igualmente puede ser una persona natural o jurídica).
Es fundamental firmar siempre los contratos ante notario para evitar contratiempos e incluir cláusulas importantes para ambas partes teniendo siempre en cuenta el tipo de obra y las necesidades de cada individuo u entidad, así como también la envergadura final de la obra.
El contrato por Suma Alzada
Por otro lado encontramos el contrato de Suma Alzada, que suele ser probablemente el contrato más común que existe en el mundo de la construcción. Como su propio nombre indica se trata de un contrato en el que se acuerda un coste final total de la obra. Entre estos costes deben incluirse siempre los impuestos, se debe aportar valor a todas las partidas que se entreguen en el presupuesto y habrá que valorar el total incluyendo también las partidas que se haya omitido por error o por omisión consiguiendo finalmente llegar a un valor único por el total de la obra que además se ligará a un plazo total para la entrega, siempre de común acuerdo entre las dos partes.
Contrato por Obra
Por otro lado encontramos el contrato por obra. En este caso se valoran las obras que vayan a ejecutarse por separado y se agregan los impuestos. Cada obra será totalmente independiente del resto de obras, aunque se estén realizando en un mismo espacio u edificio. Cada obra será una etapa distinta. Normalmente los costes de las instalaciones sanitarias (agua, calefacción, etc.), si éstas son requeridas, sí que suelen incluirse dentro de cada obra por separado en la mayoría de los casos.
Contrato de trabajo temporal de obra
Una alternativa al contrato por obra es el contrato temporal por obra y servicio. Este contrato tiene como objeto la realización de una obra o de un servicio concreto de forma autónoma. La duración de este tipo de obras puede ser incierta pero de manera general es importante limitarla en el tiempo. Resulta fundamental formalizar siempre el contrato por escrito y determinar su objeto de forma eficiente. Este tipo de contrato terminará cuando se consiga perfeccionar el servicio o la obra para el cual se va a contratar a una empresa o trabajador. Si se trata de un contrato superior a un año es fundamental notificar su finalización con al menos quince días de antelación.
Contrato llave en mano
Por último encontramos el contrato llave en mano. Este tipo de contrato incluye la creación del proyecto, la dirección de la obra, la tramitación de las licencias y la ejecución de la obra. Es decir, que el constructor asumirá todas las variaciones y defectos en la creación del proyecto y en la ejecución de las obras, así como también en el cumplimiento del plazo propuesto para finalizar la obra. Como el constructor suele asumir mayores riesgos esto también supone un margen mayor en sus ganancias.