Actualmente la mayoría de las viviendas están conectadas a una red de alcantarillado, por el que se drenan las aguas residuales. Sin embargo, en ocasiones las casas pueden estar aisladas y no tener conexión a ningún tipo de red de saneamiento.
En estos casos, es necesario contar con algún sistema que permita el tratamiento primario de las aguas residuales y así evitar la acumulación de materiales contaminantes. Uno de los más utilizados son las fosas sépticas, las cuales permiten la separación de los materiales sólidos y líquidos contenidos en estas aguas negras.
Las mismas constituyen una solución de saneamiento individual en zonas en las que no se tiene acceso al tratamiento colectivo. No obstante, es importante realizar un adecuado mantenimiento y vaciado, a fin de evitar problemas de contaminación.
¿Qué es una fosa séptica?
Son depósitos que se encuentran generalmente enterrados en los que se realiza el tratamiento primario de aguas residuales. Su objetivo es la eliminación de los sólidos contenidos en estas aguas, tanto los que sedimentan como los flotantes.
Se puede decir que las fosas sépticas son depósitos donde ocurre la acumulación, filtrado y drenaje de estas aguas negras. Cuando el agua fluye hacia estos depósitos herméticos, los residuos más pesados se acumulan en el fondo, mientras que la espuma, compuesta principalmente de aceite y grasa, queda en la parte superior.
¿Cómo funciona una fosa séptica?
Las tuberías de la vivienda están conectadas a la fosa séptica y por tanto todas las aguas residuales fluyen hacia esta. Esta entrada suele tener forma de T, a fin de que el agua se sitúe a un nivel superior al contenido dentro de la fosa.
Una vez allí ocurren procesos físicos y biológicos que llevan a la eliminación de hasta un 50 % de las partículas sólidas. Además, si la fosa está funcionando adecuadamente el DBO (demanda biológica de oxígeno) se puede reducir entre un 30 al 40%.
Procesos físicos: están referidos a la sedimentación de los residuos sólidos, debido a la acción de la fuerza de gravedad. Estos se acumulan como lodos en el fondo de la fosa, mientras que las partículas flotantes se ubican en la parte superior en forma de espuma.
Procesos biológicos: debido a las condiciones particulares que se forman dentro del depósito, comienzan a actuar una serie de bacterias tanto aeróbicas como anaeróbicas. Las mismas descomponen los residuos sólidos, producen una mezcla de metano y dióxido de carbono así como algunos compuestos de azufre que dan los malos olores a estas instalaciones.
Tipos de fosas sépticas
Las fosas sépticas se pueden clasificar utilizando tanto el tipo de material de fabricación de las cámaras como por el tipo de tratamiento de las aguas residuales. En el primer caso, los materiales más usados en la actualidad son el polietileno por su gran resistencia a los impactos y la fibra de vidrio, por su facilidad de instalación.
En cuanto al tipo de tratamiento, se reconocen tres tipos de fosas sépticas:
De acumulación
En este caso las aguas residuales se acumulan en la fosa, pero no ocurre un proceso de depuración. Por acción de un proceso de sedimentación primaria, se pueden reducir los residuos sólidos hasta un 35%.
El agua almacenada debe ser retirada por una empresa especializada que la lleva a una planta de tratamiento. Posteriormente, las aguas ya saneadas se pueden liberar al ambiente para otros usos.
De filtro biológico
En este caso ocurre un proceso parcial de depuración, debido a la instalación de una estructura que facilita la reproducción de las bacterias. Tal como nos comentan en SustraiakGrupo, estos filtros sirven para tratar aguas residuales que pueden tener uso doméstico o industrial.
Con la actividad de las bacterias, se logra la eliminación de hasta un 87% de los residuos sólidos acumulados. Igualmente, las aguas acumuladas se deben retirar por una empresa especializada aunque su posterior limpieza es más sencilla.
De oxidación total
Estas fosas funcionan con un sistema de recirculación del agua, que permite eliminar los residuos casi en su totalidad. Primero los residuos sólidos más gruesos se recogen en la entrada a la fosa y luego ocurre la oxidación biológica, seguida de la decantación del agua.
¿Qué son las bacterias para fosas sépticas?
Como ya hemos comentado, la eliminación de residuos en una fosa séptica ocurre debido a la acción de bacterias presentes. No obstante, muchas veces dentro de la fosa se da un desequilibrio en la población bacteriana.
La causa más frecuente de esto es que se apliquen sustancias químicas como jabones que reducen la flora bacteriana. Por esto, es necesario agregar de forma periódica bacterias que han sido seleccionadas para actuar de forma más eficiente.
Estos llamados activadores biológicos están compuestos de cepas bacterianas que son específicas para los procesos de degradación química. Se considera que su uso es de carácter preventivo a fin de mantener el buen funcionamiento de la fosa séptica y se deberían utilizar al menos cada dos años.
Diferencias entre una fosa séptica y un biodigestor
Un biodigestor es un contenedor cerrado en el cual se acumulan residuos sólidos, que son descompuestos por procesos de fermentación anaeróbica. A partir de este proceso se obtiene el biogás (mezcla de metano y dióxido de carbono) que puede ser utilizado para calefacción o en la cocina.
A diferencia de la fosa séptica, los efluentes se pueden descargar directamente al ambiente porque salen limpios. Además, el biodigestor no tiene una gran acumulación de sólidos y su mantenimiento es más sencillo.
Diferencias entre una letrina y una fosa séptica
La letrina es un espacio que se suele colocar fuera de la vivienda, donde se acumulan las heces fecales. En estricto sentido, trabaja como un retrete seco y su función principal es evitar la contaminación del ambiente con estos residuos.
Al compararla con la fosa séptica, una letrina no tiene conexión alguna con el sistema de tubería de la casa y los residuos no reciben ningún tipo de tratamiento. No obstante, existen las denominadas letrinas aboneras, donde el excremento se procesa como abono.
Diferencias entre una fosa séptica y un pozo ciego
Un pozo ciego es un agujero que se excava en la tierra cerca de la vivienda y generalmente tiene paredes de ladrillo. Las aguas residuales llegan hasta el mismo, pasando la fase líquida al ambiente mientras que los residuos sólidos quedan retenidos.
Por su parte, la fosa séptica es un depósito impermeable que no permite la salida de los líquidos hasta que son tratados o recolectados. En el pozo ciego no hay ningún tipo de tratamiento de las aguas residuales, mientras que en la fosa séptica esto si ocurre.